siguen los días, en un transcurso universal imparable, de acontecimientos escalares, pequeñas briznas del viento universal rozan mi día a día, me dan vida, y la veo la veo tan presente, la esperanza día a día en las miradas asustadas, en las perdidas y en las obcecadas veo sueños profundos, intuyo amor y paz, intuyo bondad, está esperando por salir solo hay que saber abrir el cofre en el que se encuentra…
Cuanto lloverá no lo sé, pero sé que va a ser una lluvia constante y potente, esas lluvias de verano que comienzan con humedad y en el momento justo las gotas empiezan a unirse, molécula a molécula, creciendo su volumen exponencialmente para al final precipitarse atraidas por la gra-verdad…
Y entonces los días se detienen y pasan aún más lentamente cuando los observas, la naturaleza vuelve a tomar su ritmo, ritmo que olvido al entrar de nuevo en este carrousel de colores que me rodea, un carrousel sin sonrisas ni música.
La sal de la vida se la aportan aquellos individuos particulares, y somos todos especiales únicos pero aún no nos hemos enterado y nos dejamos llevar por iras envidias desesperanzas y falsos sueños o placeres, pero la sal está ahí, a la orilla del mar, en los sabores de la vida, nos hemos olvidado de degustar para engullir, perdiendo la magia de lo superfluo, esos aromas que solo con atencíon llegan a nuestros sentidos….
Pero llega, llega imparable el diluvio de abrazos sonrisas ideas locuras y más abrazos ;)
y trabajo, el trabajo fruto de la pasión por el descubrimiento, que gran don el sentirse apabullado por los descubrimientos y gozar hasta la saciedad con la comprensión del mundo, de lo que nos rodea, del universo…
solo segundos que pasan inexorables al sentir, porque si por mi sentir fuera la tierra estaría emitiendo ésta música de la vida por cada una de nuestras voces, en cada rincón del mundo, sé que lo podemos hacer pero hace falta entonar las gargantas ;)
afinemos pues ;)