Los últimos años el Estado mexicano ha avanzado de manera significativa en instaurar un sistema de control hacia la población en el que cualquier protesta, lucha justa, de manera general siempre arroja o concluye con presos políticos, en el que el Estado justifica su represión con la ayuda del parlamento, de los medios de comunicación, que genera una opinión pública favorable hacia esas acciones que imponen “el orden”.
Una de sus últimas acciones que llevan a plantearse que en México se de un golpe de estado “virtual”, de cumplirse, se va a desarrollar esta política a un punto sin retorno. Crece cada vez más la necesidad de la gente para comunicarse, denunciar los abusos, presentar sus exigencias. Pero las posibilidades para que lo hagan se van a reducir. El papel que nos corresponde a los medios independientes no se puede soslayar ni reducir a un servicio gratuito de publicación, sino que necesitamos un referente de que las denuncias de la gente van a tener eco; ya sea porque otros medios o compañeros consideren justa su demanda y lo reproduzcan en otros medios, evadiendo el acecho de los censores y la vida efímera de algunos sitios.
En síntesis, sólo renovando nuestro compromiso por mantener nuestra independencia, pero al mismo tiempos asegurar el respeto a otras luchas y a otras formas de pensar, lograrán que los medios libres sean un bastión de la protesta popular. Asegurando que, a pesar de todas las dificultades, sus demandas, sus luchas, sus denuncias, sean conocidas.
Ante la inminencia de la aprobación de la Ley de Seguridad Nacional, llamamos a todos los hombres y mujeres honestos y que en su corazón tienen la certeza de que uniendo nuestras experiencias podemos colocar de nuevo a Indymedia México al servicio de todas las luchas justas de nuestro pueblo, a discutir y proponer las medidas necesarias para lograrlo, siendo tolerantes con ideas o propuestas de diversos sectores, organizaciones, colectivos o personas.
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