Especial para víctimas de violación

Indice
Introducción
Un mundo de esperanza
Parte I – Sugerencias generales
Parte II – Prevención y manejo del maltrato que perpetran otras personas
Parte III – Obtención de justicia y protección contra el sistema de justicia criminal

Introducción

La siguiente es una guía para víctimas de violación y las personas que desean ayudarlas. Varias otras fuentes cubren información básica sobre la violación, por lo que aquí nos centraremos en brindar información que te ayude a recibir apoyo, protección y justicia después de una experiencia de violación u otro tipo de violencia sexual.

La Parte I, “Sugerencias generales”, proporciona algunas guías básicas que deberían ayudarte en el curso del manejo de una violación.

La Parte II, “Prevención y manejo del maltrato que perpetran otras personas”, está diseñada para ayudarte a prevenir y lidiar con las reacciones abusivas que tú, como víctima de una violación, podrías experimentar de parte de otras personas. Aunque las respuestas de mucha gente están mejorando, todavía hay numerosas personas que tienden a no creer, a culpabilizar, ignorar y hasta arremeter contra las víctimas. Esta sección te ayudará no sólo a prevenir esas reacciones, sino también a desarrollar un apoyo positivo y la ayuda que mereces recibir.

La Parte III, “Obtención de justicia y protección contra el sistema de justicia criminal”. Ningún crimen es tratado de una manera tan deficiente por el sistema de justicia criminal como ocurre con la violación. Pero no te desesperes. También en este terreno están mejorando las cosas, aun en el campo de las fuerzas de seguridad, dominado por hombres. Existen muchas cosas que tú y tu círculo de apoyo pueden hacer a fin de que el sistema de justicia criminal funcione para ti. En la Parte III te ofrecemos información detallada sobre cómo obtener la justicia y protección que mereces.
Un mundo de esperanza

En la actualidad, demasiadas víctimas de violación continúan topándose con las viejas y racistas respuestas a la violación. Las encuentran en familiares, amistades, personas conocidas y autoridades. Como víctima de violación, también tú podrías enfrentarte a algunas de estas reacciones. Definitivamente, no todo es perfecto aún.

Sin embargo, debería ayudarte recordar lo rápidamente que las cosas están cambiando y lo que esto significa para ti. Hace apenas una generación, en la década de los años setenta, no existían centros para atención de la crisis por violación; tampoco había estudios nacionales sobre la violación. La policía raras veces escribía reportes, las víctimas casi nunca obtenían justicia y casi siempre se consideraba que la violación era culpa de la víctima.

Actualmente, nuestra sociedad se encuentra en proceso de hacer grandes cambios en su entendimiento de los daños y las injusticias implicados en la violación. Lo que esto significa para ti es que cuando te topas con las reacciones negativas de otras personas, no debes darte por vencida. Es importante que te recuerdes a ti misma que en el mismo lugar donde vives hay otras personas que sí comprenden. Cerca de ti hay gente que está dispuesta a luchar por tus derechos y otras personas que querrán ayudarte.

El hecho de que la sociedad se encuentre en una transición también significa que aun aquellas personas que reaccionan a ti en una manera deficiente, pueden ser motivadas y educadas para responder mejor. Las antiguas y las nuevas percepciones acerca de la violación coexisten en toda la gente, a diferentes niveles. A veces, con sólo tener una defensora o una amiga que hable con las personas que te están dando problemas, es posible lograr que la conducta de éstas cambie.

Entonces, no te rindas. No caigas en el aislamiento y la desesperación. Cuando te topes con gente que te trata mal, trata de no sentir pánico. Si estás dispuesta a volver a levantarte y seguir buscando ayuda y apoyo, es muy probable que vas a encontrarlos. Quizás no recibas el cien por ciento de lo que mereces, pero encontrarás personas que sabrán escucharte, personas que se mantendrán a tu lado y lucharán por tus derechos. Y en ese proceso de llevar adelante tu propia lucha por obtener justicia y apoyo, también estarás creando una situación mucho mejor para las víctimas que vengan detrás de ti, así como miles de mujeres lo han hecho antes que tú.

Parte I – Sugerencias generales

Un problema común para las víctimas de violación es que les resulta muy difícil pedir ayuda pues la violación las ha hecho sentirse avergonzadas, débiles y heridas. Si se te está dificultando pedir ayuda, esto es lo que puedes hacer. Escoge a una amiga o un amigo que sea especial para ti y pídele que te ayude a encontrar más ayuda. Pídele que te ayude a pensar en otras personas que podrían ser adecuadas para diferentes tipos de ayuda. Pídele que haga llamadas telefónicas en tu nombre.

No es necesario que les cuentes toda la historia a las personas de tu círculo de apoyo. Y la gente a quien le pidas ayuda no necesita ser experta en el tema de la violación; tampoco tienen que ser personas a quienes conozcas bien. Selecciona personas que tu intuición te diga que son inteligentes y que les importa lo que te está ocurriendo.

Éstas son algunas de las razones por las cuales es tan importante que tú, como víctima de violación, tengas a alguien que te acompañe:

En nuestra sociedad existe una tendencia muy fuerte a que la gente culpabilice, descrea o aísle a las víctimas de violación. Tener una persona de apoyo a tu lado es tu mejor protección contra el abuso proveniente de otros, pues esa persona será testiga de las acciones de los otros. El tener a alguien a tu lado te brinda estabilidad y te hace sentir fuerte. Aun en encuentros aparentemente insignificantes, tales como pedirle a un docente que posponga una prueba porque fuiste violada, de repente puedes sentirte desequilibrada si la respuesta de esa persona es fría e indiferente. En estas ocasiones, el estar acompañada de una amistad sirve no sólo para prevenir este tipo de reacciones; también te protege de sentirte totalmente devastada y fuera de balance cuando ocurren. La persona que te acompaña puede ayudarte a recordar información, así como las preguntas que querías hacer. La persona a tu lado puede y debería tomar notas. Ésta es una forma adicional de prevenir abusos. El tener personas de apoyo que te acompañen a citas y reuniones relacionadas con la violación las mantiene informadas e involucradas en lo que tú estás viviendo. Esto les permite ayudarte mejor en el futuro.

De nuevo, no es necesario que la persona que escojas para acompañarte sea experta en el tema de la violación. Tampoco tiene que ser la misma persona que te acompañe en cada ocasión. De hecho, es una buena idea tener diferentes personas que te acompañen, de manera que ninguna de ellas experimente demasiada tensión.

Siempre sé muy clara con tu amiga o amigo y dile exactamente lo que te gustaría que hiciera. Dile que tú sabes que ella o él no puede resolverlo todo. Mantén una buena comunicación con las personas que te están ayudando. Agradéceles, tantas veces como sea posible, por estar a tu lado. Y recuerda que una persona no puede hacerlo todo. Si observas que esa persona se siente abrumada, pídele que te ayude a encontrar a alguien más que también pueda ayudar.

Durante todo el proceso de manejar la violación, muchos preguntas como éstas van a rondarte en la mente. Obtén respuestas a tus preguntas tan pronto y tan exactamente como sea posible. No sientas vergüenza o timidez por preguntar. Tienes el derecho a obtener respuestas completas y detalladas a todas tus preguntas. Hacerles muchas preguntas a las autoridades con las que debes tratar también ayuda a prevenir abusos de parte de éstas. Les hace saber que estás prestando atención.

Si no te sientes satisfecha con las respuestas que recibes de alguien, llama a su jefe, a otro oficial, a una defensora de víctimas o a alguien que esté en el próximo turno. Pero no sufras la angustia de no tener respuestas.

Si te sientes demasiado abrumada para hacer las llamadas, pídele a otra persona que las haga. De hecho, hacer llamadas y ayudarte a obtener información precisa son buenos ejemplos de lo que puedes pedirle a alguien que haga por ti.

Deja mensajes telefónicos completos. La mayoría de llamadas que hagas serán respondidas por un receptor de mensajes de voz o una máquina contestadora. Deja información completa sobre lo que quieres y también acerca de cómo y cuándo puede llamarte la persona con quien quieres hablar. Tómate un minuto antes de hacer la llamada y piensa anticipadamente en lo que vas a decir. Si no tienes una máquina contestadora, trata de conseguir una. Otra opción es convenir con una persona de tu confianza para que la gente pueda dejarte mensajes con ella. Mantén una estrecha comunicación con las personas que te están ayudando.

Si no hablas inglés, no vaciles en dejar mensajes telefónicos en tu propio idioma. Los oficiales están obligados a conseguir una traducción de tu mensaje. Asegúrate de hablar lenta y claramente, ya que la persona que escuchará tu mensaje podría no hablar tu idioma con fluidez. Para más información sobre qué hacer si no hablas inglés, lee Especial para mujeres inmigrantes .

Escribir cada cosa en un cuaderno también te dará una buena sensación de seguridad y control. Además de mantener un registro de la información, utiliza el cuaderno para escribir preguntas que quieras hacer y puntos de información que desees recordar decirles a otras personas. Y cuando estés en una reunión o entrevista, pídele a tu persona de apoyo que tome notas para ti.

Estos cambios emocionales y comunicación dispersa tras una violación son completamente normales. Y deberían ser comprensibles para otras personas. El problema es que mucha gente no es capaz de hacerle frente a la intensidad de esas emociones, o no está dispuesta a hacerlo, y deja de escucharte precisamente en el momento en que más necesitas su atención.

Ésta es una sugerencia que puede ayudarte enormemente. Escribe un resumen de dos o tres minutos sobre tu caso. Hazlo tan profesional como te sea posible. Luego léelo cada vez que estés haciendo una llamada telefónica o cuando asistas a reuniones relacionadas con la violación. Esto te ayudará a ubicarte en un marco mental en el cual seas capaz de comunicar los hechos, coherentemente, sobre la violación. Te sorprenderá la mayor seriedad con que los oficiales tratarán tu caso cuando puedes relatar tu historia en una forma coherente.

¿Cuál es el principal punto (o puntos) que quiero comunicar? ¿Cuál es el resultado más importante que deseo obtener? ¿Cuáles son las principales preguntas que quiero hacer? ¿Qué tono emocional deseo comunicar? ¿Cuál es el obstáculo que más probablemente podría encontrar? ¿Cuál es mi mejor argumento para superar ese obstáculo?

Escribe tus pensamientos y preguntas, y siempre ten a mano un bolígrafo y papel para tomar notas. Repasa la lista y tus respuestas con la persona que te apoya. La mejor manera de hacer esto es tomarte 15 minutos antes de cualquier reunión o cinco minutos antes de una llamada telefónica y concentrarte exactamente en lo que deseas lograr. Hacer esto te da control y evita que te resten equilibrio las reacciones de otras personas. También aumenta enormemente las probabilidades de que obtengas lo que necesitas de tus interacciones con otras personas.

Más importante aún, los jefes, oficiales de centros de estudios, de iglesias, de sindicatos y de vivienda muy probablemente tendrán un serio conflicto de intereses en tu caso, y ese conflicto pesará de manera significativa a favor del violador. Estos oficiales suelen tener un gran interés en encubrir el hecho de que una violación ocurrió en su institución. Y tú, la víctima, podrías ser fácilmente sacrificada en el proceso.

Si el violador es un compañero de trabajo, de estudios, de la iglesia, y tú necesitas que la organización actúe para removerlo, utiliza a la policía y las cortes para desarrollar la evidencia necesaria para su remoción.

Es demasiado fácil que un agente de los Servicios de Protección Infantil voltee su investigación contra ti (la madre o el padre) y te acuse de no haber protegido a tu hija o hijo contra el abusador. Bajo ese enfoque, pueden quitarte a tus hijas o hijos con un nivel mínimo de evidencias. Esta práctica es común en todo el territorio de Estados Unidos. Es arbitraria, y con demasiada frecuencia es sumamente injusta. En tanto los Servicios de Protección Infantil a lo largo del país no detengan esas arbitrarias prácticas, sólo podemos advertirte que te alejes de estas agencias tanto como sea posible.

Si crees que tu hija o hijo fue víctima de abuso sexual, o si eres una maestra o maestro, trabajadora o trabajador social, o bien otra persona obligada a reportar casos de abuso sexual que sospecha que uno de éstos tuvo lugar, repórtalo directamente a la policía y no a los Servicios de Protección Infantil.

Durante los últimos 30 años, las respuestas de la gente a las víctimas de violación han mejorado sustancialmente. Sin embargo, todavía es probable que te topes con una o dos personas que te darán un mal trato. Podrían no creer tu historia, ridiculizarte, abandonarte o aislarte; también sabotearte, amenazarte, traicionarte o ponerse del lado del violador en contra de ti. Estas dolorosas y peligrosas reacciones pueden provenir de familiares, amistades y autoridades, así como de personas asociadas al violador. De hecho, para las víctimas de violación es particularmente devastador recibir un mal trato de las personas de quienes esperan que las ayuden.

Muchas víctimas dicen que la traición implicada en estas experiencias es tan dolorosa que resulta peor que la violación en sí. Es por ello que, en la literatura sobre violación, este abusivo y tan común trato a las víctimas ha sido denominado “la segunda violación”.

Además de ser terriblemente sexistas y equivocados, estos comunes abusos contra las víctimas de violación son también muy peligrosos para ellas. Tales reacciones abusivas llevan a las víctimas de violación a un aislamiento y una desesperación aún mayores. Cuando estos abusos cobran fuerza, pueden provocar que un grupo social o familiar entero se vuelque contra la víctima. Esto puede fácilmente tener como resultado, para ella, la pérdida de relaciones vitales, de empleo, vivienda o centro de estudios; también la pérdida de sus conexiones para recibir ayuda.

El descreimiento, la culpabilización y el aislamiento de las víctimas de violación también es peligroso para todas las mujeres y las niñas. Llevar a las víctimas al aislamiento y la desesperación es una de las formas en que una sociedad dominada por los hombres apoya la perpetuación de la violación.

En esta sección ofrecemos, primero, un par de ejemplos de “la segunda violación”. Luego, algunas explicaciones sobre por qué esto ocurre con tanta frecuencia. No te desalientes al leer esto. Recuerda que te mostraremos la mejor manera en que puedes detener estos abusos y cómo transformarlos para que obtengas la ayuda positiva y el apoyo que mereces. El objetivo de enumerar con tanto detalle todo lo que podría ir mal es que tú y tus amistades reconozcan el problema desde el principio si esto empieza a sucederte a ti.
Dos ejemplos de “la segunda violación”

Cuando Gloria fue violada por un compañero de trabajo, fue sola ante su representante sindical para reportar la violación. Éste le dijo que investigaría el asunto. Algunos días después, Gloria se percató que el sindicato se había puesto del lado del violador. Ella no podía creer que el sindicato no la apoyaría, pero guardaba la esperanza de conseguir la ayuda de un gerente de la compañía que era su amigo. Lo mismo volvió a ocurrir. El gerente ni siquiera habló con los testigos de Gloria, no investigó, ni trasladó al violador a un área diferente de donde ella trabajaba. Cuando las amistades de Gloria en el trabajo notaron que la compañía no castigó al violador, empezaron a preguntarse si ella estaba diciendo la verdad y dejaron de apoyarla. Dos meses después, fue despedida. Antonia fue violada por dos compañeros de clase que estaban en el equipo de fútbol. Al principio, sus amigas la apoyaron mucho. Pero luego todo el equipo de fútbol cerró filas y empezó a diseminar en la escuela cualquier tipo de mentiras sobre Antonia, además de hostigar a sus amigas. Muy pronto, ellas tenían tanto miedo que dejaron de defenderla. Después ya no quisieron estar con ella. Antonia quedó sola y se deprimió mucho. No quería asistir a la escuela y empezó a dejar de llegar a las clases. El director la llamó a su oficina y le dio una detención temporal. Ahora Antonia estaba totalmente aislada y desesperada. Abandonó la escuela.

Por qué algunas personas se ponen del lado del violador y maltratan a la víctima

He aquí algunas razones, solas o combinadas con otras, por las cuales la gente trata mal a las víctimas. Comprender por qué ocurren estas reacciones puede ayudarte a entender que ninguna de ellas es tu culpa, como tampoco la violación fue tu culpa. También es importante que comprendas estas razones para que no te pesquen inadvertida y que tú y las personas que te apoyan hagan todo lo que puedan, con anticipación, para evitar que ocurran.

No te desanimes mientras lees esto. Recuerda que no todas las personas reaccionan de esta forma. Además, las sugerencias que aparecen abajo te mostrarán cómo evitar que estos abusos te ocurran a ti y mantener un fuerte sistema de apoyo a tu lado.

Algunas personas se ponen del lado del violador y maltratan a la víctima porque:

Todavía vivimos en una sociedad de dominio masculino, en la cual los hombres y sus organizaciones controlan la mayor parte del poder. La violación es un crimen del dominio masculino. Después de que ocurre una violación, las actitudes sexistas y masculinas a menudo resurgen con más vigor. Estas actitudes cobran fuerza con mucha facilidad y se suman a la autoridad de poderosas instituciones dominadas por hombres; si no son confrontadas, casi siempre conducirán a la protección del violador y fácilmente abrumarán a la víctima. Además de los prejuicios sexistas que funcionan contra la víctima, es mucho más fácil para la gente ponerse del lado del violador. Recuerda que, en la mayoría de las violaciones, el perpetrador y la víctima se conocen. Una vez que la víctima presenta una acusación de violación, las personas alrededor de ella y del violador se ven obligadas a tomar partido. Casi siempre es más fácil ponerse del lado del violador. Si la gente le cree a éste, puede simplemente abandonar a la víctima para que se defienda por sí misma. Pero si le cree a la víctima, entonces debe ir contra el violador y tomar acción en su contra. Tristemente, muchas personas no tienen la valentía o fuerza de convicción para pronunciarse contra el violador y sus poderosos aliados. Las víctimas de violación suelen ser mujeres jóvenes. Los violadores son hombres y a menudo mayores que las víctimas. Siendo así, el violador casi siempre goza de una mejor condición social que la víctima. En nuestra sociedad de dominio masculino, esas desigualdades se suman a la tendencia de la gente a ponerse del lado del violador y descartar a la víctima. El violador tiene una mentalidad criminal y está dispuesto a mentir, manipular, amenazar y hostigar a otras personas una vez que se ha presentado la acusación de violación. La víctima, por otro lado, está lastimada y a menudo demasiado débil para defenderse. Además, ella no es una criminal y, como tal, no está dispuesta a hostigar o intimidar a otras personas que no la apoyan. Cuando el violador empieza a hostigar, a mentir y a alentar a sus amigos a que tomen su lado, a menudo hasta las personas que apoyan a la víctima se sienten atemorizadas y guardan silencio en su defensa de ésta. Una vez presentada la acusación, todos los antiguos estereotipos sexistas sobre la violación empiezan a salir a la superficie. Las viejas ideas sobre lo que es conducta apropiada para una mujer son tan extremadamente limitantes que las personas siempre pueden encontrar alguna manera de culpabilizar a la víctima. Ella andaba muy tarde en la calle, se comportaba de forma demasiado sexy, muy inocente, demasiado asertiva, no lo suficientemente asertiva, bebía mucho, era muy mandona, demasiado estúpida o muy liviana. Sencillamente no importa qué estaba haciendo la mujer o la niña cuando fue violada. Estas viejas restricciones sobre la conducta de las mujeres les brindan una amplia y conveniente excusa a quienes quieren zafarse de tener que pronunciarse contra una violación. A menudo, las autoridades no otorgan a la violación la seriedad que merece. Cuando las autoridades no le dan seriedad, las personas alrededor de la víctima reciben el mensaje de que tampoco ellas deben tomar seriamente la violación. Cuando las autoridades muestran que no están dando seriedad al caso, cualquier apoyo que la víctima haya podido mantener suele empezar a erosionarse rápidamente.

Tomadas de manera aislada o en combinación, estas continuas manifestaciones de sexismo en la sociedad facilitan mucho más que personas cobardes acusen a la víctima de mentir, en lugar de acusar a un hombre por la violación. Afortunadamente, la gente está cambiando. Y con alguna ayuda, tú puedes evitar que estos abusos te ocurran a ti.
Prevención y manejo del maltrato que perpetran otras personas

El deterioro del apoyo a la víctima de violación no suele ocurrir inmediatamente. De hecho, las reacciones iniciales a las víctimas de violación a menudo son buenas. Las autoridades por lo general escriben un reporte inicial. Es usual que las amistades de la víctima empiecen por acompañarla y apoyarla, y los miembros de la familia a menudo muestran una gran preocupación al principio. Generalmente pasa algún tiempo antes de que el perpetrador empiece a organizar su propio apoyo, así como a intimidar, mentir y tomar venganza en una forma que erosiona el apoyo inicial con que la víctima cuenta.

Este tiempo de ventaja brinda a la víctima y a sus defensores la oportunidad para prevenir las acciones contra ella. Tanto como sea posible, debes tratar de prevenir estas reacciones negativas antes de que ocurran, porque una vez que las relaciones vitales y los grupos sociales en tu vida se vuelcan contra ti, es mucho más difícil corregir estas situaciones.

Las siguientes sugerencias pueden ser aplicadas tanto para la prevención como la corrección de problemas con otras personas:

Sigue todas las recomendaciones que aparecen arriba, en la sección Sugerencias generales. En particular, hazte acompañar por lo menos de una persona de apoyo cuando tengas que manejar cualquier aspecto relacionado con la violación, ya sea que estés hablando con la policía, con familiares, oficiales escolares, de iglesias, de vivienda, empresariales, o en servicios para la violación. No vayas sola a hablar con otras personas sobre la violación. En estas situaciones, tener a alguien a tu lado en todo momento es siempre tu mejor protección contra cualquier abuso por parte de otras personas. Vuelve a leer las Sugerencias generales cuando encuentres nuevos problemas. Algunas cosas que no causaron ninguna impresión en ti al leerlas la primera vez, podrían aplicarse directamente a un nuevo problema. No continúes confrontando a personas que te tratan mal, aun cuando pienses que son tus amigas. Estas personas podrán notar que estás vulnerable y fuera de balance. Si no te escuchan la primera vez que les hablas, es probable que aprovecharán la situación diciendo y haciendo cosas que podrían lastimarte aún más. Cuando te percates de que alguien se está volcando contra ti, deja de intentar hablarle tú sola. Vas a necesitar ayuda. Y las cosas serán mejores cuando obtengas esa ayuda. Consigue una buena defensora de víctimas. Llama al centro de atención a la crisis por violación en tu localidad. Si te es posible, ve allí y reúnete personalmente con la defensora de víctimas. Lleva a una amiga contigo. Aprovecha todos los servicios que el centro ofrezca. Cuéntale inmediatamente a la defensora sobre cualquier problema que estés teniendo con las personas que te rodean. Una de las múltiples formas en que puedes utilizar a la defensora de víctimas es pedirle que te ayude a educar a aquellas personas en tu vida que tengan problemas para apoyarte. Pídele que hable con tu esposo, tus compañeras y compañeros de clase, tu familia, tu jefe, catedráticos, el dueño de la casa donde vives o cualquier otra persona que te esté dando problemas. Te sorprenderá lo muy receptiva que puede ser la gente a una defensora de víctimas u otro profesional, aun cuando la defensora esté explicando exactamente las mismas cosas que tú has estado intentando explicar. Este remedio es tan efectivo que en la siguiente sección te damos un panorama más detallado y algunos ejemplos de la vida real sobre cómo funciona. Al primer indicio de problemas, o aun antes de que los encuentres, pídele a una buena amiga, una buena defensora o una autoridad que se siente a hablar con la persona o las personas que crees que podrían darte problemas. He aquí algunos ejemplos de la vida real sobre cómo esto puede funcionar. Cuando Celia se dio cuenta que sus propios intentos de defenderse a sí misma frente a su esposo no la estaban conduciendo a ningún lugar, le explicó el problema al detective que investigaba su caso y le pidió que hablara con Jorge. El detective tomó esta tarea muy seriamente. No sólo le explicó a Jorge las evidencias del caso, sino que también le habló sobre la importancia de apoyar a su esposa durante el proceso de manejo de la violación. Con esta ayuda del detective, Jorge dejó de culpabilizar a Celia, se enfrentó a su familia y culpó abiertamente a su hermano. Selecciona cuidadosamente a las personas que quieres que aboguen por ti. Cuando se trata de lidiar con gente que te está dando problemas, por lo general es mejor que escojas a alguien que tenga una posición de autoridad. Policías, defensoras de víctimas, clérigos, docentes, consejeras o consejeros y otros profesionales usualmente tienen más peso y es probable que sean más eficaces en influir sobre las personas que te ocasionan problemas. Pero si no puedes pensar en alguien con autoridad, pídeselo a una amiga o un amigo inteligente y que se interese por ti. Además, al seleccionar personas que aboguen por ti y te apoyen, trata de escoger aquéllas que no estén en el mismo círculo social en el cual ocurrió la violación, a menos que sean muy especiales. Por ejemplo, si el violador estaba relacionado con tu trabajo, las personas en ese lugar podrían tener demasiado temor como para ponerse efectivamente de tu lardo, aun cuando sean tus amistades cercanas. Lo mismo se aplica si el violador es de tu misma escuela. Tus docentes y compañeros de clase podrían no ser capaces de enfrentarse a la presión del violador, de sus amigos y de todos los oficiales de la escuela que probablemente estarán tratando de encubrir la violación. Entonces, piensa en personas a quienes conozcas y respetes que estén fuera de la influencia del violador y sus amigos. No tiene que ser necesariamente alguien a quien conozcas bien. Usa tu intuición. Si piensas que la persona es generosa e inteligente, es probable que no vacilará en ayudarte. Trabaja estrechamente con la persona o las personas que seleccionaste para abogar por ti. Prepara bien a la persona dándole una explicación completa de cualquier problema con el que quisieras que te ayude. Hablen bastante sobre lo que tú quieres y cómo podrían obtener los mejores resultados. Mantengan una buena comunicación. Bríndale información actualizada acerca de lo que está pasando contigo. No olvides decir “gracias”. Recuerda: las personas que te apoyan también necesitan apoyo. Trátalas como si fueran oro. Las personas que están tratando de ayudarte son tus salvavidas. Son la clave para protegerte contra los abusos. Al mismo tiempo, sentirán muchos temores propios: temor de no saber exactamente lo que se supone que deben hacer; de que el hostil ambiente también las afecte a ellas; de la intensidad de tu dolor. Tus amistades también necesitan ayuda. Invita a tus amistades a leer este texto. Siempre explícales minuciosa y calmadamente cómo te gustaría que te ayuden. Dales el número de teléfono de la defensora de víctimas a quien acudiste, para que también ellas puedan hablarle. Antes de asistir a cualquier reunión, reúnete siempre temprano con las personas que te apoyan. Preséntaselas a otras personas con respeto. Pide a la defensora de víctimas, a la policía o a otros profesionales que hablen con tus amistades y las apoyen; que les expliquen lo que está ocurriendo y cuál es la mejor manera en que podrían apoyarte. Asegúrate de que tus amistades tengan el número de teléfono de cada una para que puedan apoyarse entre sí y trabajar juntas para ayudarte. Mantente en contacto con ellas, y diles siempre cuánto aprecias su ayuda. Recuerda que una persona no puede hacerlo todo. Divide las cosas con las que necesites ayuda. Tal vez una persona puede ayudarte hablando con tu esposo; otra podría acompañarte a la entrevista con el detective; una más puede ayudarte a explicarle a tu jefe por qué vas a faltar dos días al trabajo. Asegúrate de recibir una buena respuesta de la policía y otras autoridades. Un manejo serio de tu caso de violación por parte de la policía es crucial porque les da a todas las personas a tu alrededor el mensaje de que también ellas deberían tratar seriamente la violación. Esto no necesariamente significa que requieras una sentencia judicial antes de que la gente se percate de que las autoridades están dándole a la violación la seriedad que merece. Aun el involucramiento inicial de la policía, seriamente recolectando evidencias e interrogando a los testigos, puede ser muy efectivo para reducir las reacciones hostiles contra ti. Reporta cualquier incidente de hostigamiento o de conducta criminal a la policía, al fiscal de distrito o al juez que conoce tu caso. Si las personas que te están dando problemas empiezan a proferir amenazas de hacerte daño, o si intentan disuadirte de que testifiques, están cometiendo un crimen. Aun cuando no puedas probar estos casos, de todos modos deberías reportarlos a la policía y asegurar que ésta escriba un reporte criminal. Recuerda que el solo hecho de que la policía se involucre en este tipo de comportamiento puede ser efectivo para que esas personas den marcha atrás. Y aun cuando el hostigamiento no hubiera alcanzado un nivel criminal, recuerda que un buen oficial de policía a menudo estará dispuesto a confrontar directamente a esas personas y detener su conducta de alguna forma. Pídele al oficial que haga esto para ti. Si ya se han presentado cargos contra el violador, pídele una orden de protección criminal al fiscal de distrito o al juez que conoce tu caso. Reporta inmediatamente a la policía, al fiscal de distrito o al juez todas y cada una de las violaciones a la orden de protección.

Parte III – Obtención de justicia y protección contra el sistema de justicia criminal

La violación es un serio crimen de violencia. Sin embargo, a numerosas víctimas de violación se les dificulta mucho decidir si van a reportarlo o no a la policía. De hecho, en Estados Unidos menos de una de cada seis víctimas de violación reporta ese crimen a la policía. Y muy pocas de estas víctimas lo reportan inmediatamente.

Esto es trágico porque el sistema de justicia criminal tiene más poder para ayudar a las víctimas que cualquier otra institución. El sistema de justicia criminal, y sólo este sistema, tiene el poder y la autoridad para llevar a cabo una investigación de tu caso de violación, así como para arrestar, sentenciar, castigar y remover al violador de la sociedad. El sistema de justicia criminal es el único sistema que puede intervenir con fuerza cuando tu seguridad se ve amenazada. También es el único sistema que puede incorporar a los registros públicos los hallazgos y testimonios de la investigación criminal. Ese registro de búsqueda de la verdad es esencial para la justicia. Y la justicia es esencial para tu sanación y la de la comunidad. La justicia también es esencial para detener futuras violaciones.

Como víctima de violación, tienes derecho a que estos inmensos poderes del sistema de justicia criminal trabajen para ti. Pero muchas víctimas todavía se desesperan por obtener justicia, y con sobrada razón. Es un hecho que la policía, los fiscales y los jueces tienen una terrible trayectoria de manejo del crimen de la violación.

El abuso más común de los oficiales del sistema de justicia criminal contra las víctimas es que frecuentemente tratan de desechar los casos de violación. Está ampliamente documentado en numerosas fuentes que en la actualidad existe un diseminado desecho de casos de violación en las agencias de aplicación de la ley en todo el país.

Sin embargo, hay esperanza. Y ésta es la razón por la cual creemos que deberías considerar seriamente reportar tu caso de violación a la policía: cada vez hay más oficiales de justicia criminal que tratarán con seriedad tu seguridad y la violencia sexual. La capacitación y las técnicas investigativas sobre la violación han mejorado sustancialmente. Y aun cuando encuentres problemas con algún oficial, otros están dispuestos a ayudar. Lo más importante es que hay muchas, muchísimas cosas que tú y las personas que te apoyan pueden hacer para lograr una respuesta positiva y justa de la policía, los fiscales y los jueces.

Esta sección ofrece información y sugerencias que deberían ayudarte, como víctima de violación, a obtener del sistema de justicia criminal la protección y la justicia que mereces
Mantente alerta, pero no te desesperes

Mantenerte alerta, prestar atención y siempre hacerte acompañar de una amiga o amigo en tus interacciones con el sistema de justicia criminal, son tus mejores protecciones contra cualquier mal trato. He aquí algunos hechos básicos que tú y las personas que te apoyan deberían saber sobre el sistema de justicia criminal.

El sistema de justicia criminal no es tan complicado como podría parecer al principio. Es cierto que probablemente no estés familiarizada con muchos de los términos y procedimientos del sistema. Sin embargo, la investigación criminal y los procedimientos criminales son, en su mayoría, una cuestión de sentido común. Con una pequeña ayuda, podrás descifrar el sistema sin mayor problema. Así que no te dejes intimidar por éste. Haz preguntas, usa tu sentido común y serás capaz de comprender todo lo que necesitas entender. El sistema de justicia criminal, al igual que el resto de la sociedad, está experimentando grandes cambios en su respuesta a la violación. En el proceso de perseguir un caso criminal de violación, probablemente encontrarás toda una gama de respuestas de diferentes oficiales. Algunos son conocedores y te ayudarán con tus necesidades. Otros necesitarán que los empujes un poco para hacer bien su trabajo. Y es probable que te topes con oficiales cavernícolas que operarán en tu contra tratando de desechar tu caso o violando tus derechos. No te asombres si encuentras oficiales que son sexistas y racistas, que te mienten y violan tus derechos, o que tratan de que tú y tu caso desaparezcan. No intentes fingir que esto no está ocurriendo. Confía en tu intuición. De esta forma podrás lidiar con el individuo inmediatamente, antes de que él tenga la oportunidad de dañarte a ti o a tu caso. Recuerda que el abuso más común del sistema de justicia criminal contra las víctimas de violación es que los oficiales podrían tratar de desechar tu caso. Presta particular atención si percibes que el oficial está intentando deshacerse de ti o de tu caso. Hay muchas cosas que puedes hacer para evitar que esto ocurra una vez que ha empezado. Vale la pena repetir que no debes permitir que estos hechos te desalienten de reportar ante la policía. Las cosas están mejorando rápidamente aun en el campo dominado por hombres de la aplicación de la ley. Existen muchas cosas que tú y las personas que te apoyan pueden hacer para corregir los problemas que surjan en el camino. Pero la primera clave para una respuesta positiva es estar alerta, prestar atención y tener siempre una amiga o amigo a tu lado.

Conoce tus derechos y ejércelos. Durante los últimos 25 años, las legislaturas estatales a lo largo de los Estados Unidos han aprobado una serie de importantes leyes relacionadas con las víctimas. Si conoces tus derechos y sabes qué hacer cuando éstos son violados, será mucho más probable que los oficiales otorguen a tu caso la seriedad que merece. Para leer un resumen de los derechos de las víctimas en California, visita nuestra sección llamada Conoce tus derechos .

El derecho más importante para las víctimas de violación y de otros tipos de violencia sexual es el derecho (en el Código Penal 679.04 de California) a estar acompañadas en todo momento, durante el proceso de justicia criminal, por una defensora o un defensor de víctimas y una persona de apoyo de su elección. Para leer una discusión más profunda de este crucial derecho y cómo ejercerlo, pica aquí.

Ésta es la mejor manera de protegerte contra los abusos en el sistema de justicia criminal. No permitas que los oficiales te aparten de tus defensores o de las personas que te apoyan, especialmente durante reuniones y entrevistas. Pídele a tus personas de apoyo que tomen notas.
Cosas a las cuales estar alerta que podrían indicar que los oficiales no están manejando tu caso en forma seria o apropiada

Mantente vigilante ante oficiales que tienen una mala actitud. Esto es muy fácil de hacer. La mayoría de víctimas de violación puede detectar inmediatamente la mala actitud de un oficial. El problema es que, debido al trauma de la violación, las víctimas, en su mayoría, se sienten muy inseguras de sí mismas. A menudo no confían en su propio juicio. Con frecuencia se les dificulta admitir que están recibiendo un mal trato de las personas que, se supone, deberían ayudarlas. Y les cuesta mucho más protestar contra el abuso. Entonces, si percibes que la policía, los fiscales u otros oficiales no están tratando tu caso con seriedad o respeto, presta atención. Es probable que estés en lo correcto, y necesitarás ayuda para manejar esto inmediatamente. Si un oficial responde a ti en forma irrespetuosa, sin interés por tu seguridad, en tono acusatorio, con incredulidad o falta de interés, con enojo o intimidación, o bien si intenta aislarte de la persona que te apoya, confía en tu juicio. Estas malas actitudes son una fuerte indicación de que el oficial no está tomando tu caso con seriedad.

Otras indicaciones de que los oficiales no están manejando tu caso en forma seria o apropiada

Mantente alerta a una conducta indiferente. Una de las formas más comunes y fáciles en que los oficiales descartan un caso de violación consiste simplemente en ignorarte. La razón por la que esto funciona tan bien es que a las víctimas de violación se les dificulta enormemente ser asertivas y mucho más presionar a la policía. Sé vigilante si la policía se tarda demasiado en devolver tus llamadas, si hay explicaciones vagas sobre lo que ocurrirá después, si dan respuestas deficientes a tus preguntas o hay falta de interés en responderlas. Éstas son más señales de alerta de que el oficial podría estar tratando de descartar tu caso. Observa si un oficial no parece dispuesto a preguntar sobre tus necesidades y luego satisfacerlas. El no mostrarse abiertamente interesado en tu necesidad de privacidad, apoyo, seguridad, vivienda, etc. es mucho más que una señal de que el oficial es descortés. A fin de perseguir exitosamente un caso de violación, los oficiales deben prestar una estrecha atención a las necesidades de la víctima. Mantente alerta a investigaciones incompletas. Ésta es otra manera muy común en que los oficiales descartan casos de violación. Si los oficiales no recaban todas las evidencias, luego es fácil que te digan, “Lo lamentamos mucho. Quisiéramos ayudar, pero no existen suficientes evidencias para seguir adelante con su caso”. Si un oficial te dice que no hay suficientes evidencias, que el tuyo es un caso de “él dijo, ella dijo”, que el fiscal de distrito no presentará cargos o que la defensa del violador te atacará por esto o aquello, podría ser que simplemente está tratando de deshacerse de ti. Entonces, es muy importante que tú y las personas que te apoyan revisen tu caso como si ustedes fueran el detective. Y es importante que evalúen si la recolección de evidencias está completa o no. ¿Fueron entrevistados todos tus testigos? ¿Fue completa tu entrevista? ¿Sugirió el detective una llamada de pretexto? ¿Se siguieron todas las pistas del caso? ¿Se hizo el intento de encontrar otras víctimas? Más adelante te ofrecemos información detallada sobre cómo evaluar las evidencias que existen en tu caso. Por ahora, algo importante para recordar es que una buena investigación es casi siempre una cuestión de sentido común. Entonces, si un oficial te dice que no hay suficientes evidencias en tu caso, a ti y a las personas que te apoyan no debería resultarles muy difícil determinar si el oficial está mintiendo o no. Mantente vigilante de oficiales que intenten desviarte a ti y a tu caso del proceso de justicia criminal. Te sorprendería saber con cuánta frecuencia la policía y los fiscales les dicen a las víctimas de violación que acudan a otro lugar para buscar ayuda. Muchos envían a las mujeres a recibir consejería, les dicen que se muden a otra ciudad, que vayan a una corte de Familia o a los Servicios de Protección Infantil. Todo esto no es más que la intención de la policía y los fiscales de decirles a las víctimas de violación que desaparezcan de su vista. Recuerda: la violación es un crimen violento, y el trabajo de la policía y los fiscales consiste en investigar tu caso minuciosamente, proteger tu seguridad y hacer todo lo posible por obtener justicia para ti y para la comunidad. Mantente alerta a malas técnicas de entrevista. La entrevista que la policía te hace es la pieza de evidencia más significativa en un caso de violación. Siempre que seas entrevistada, la policía debería: permitirte estar acompañada de una defensora o defensor y de una persona de apoyo; tomar notas; grabar la entrevista; preguntarte en detalle sobre los incidentes que condujeron a la violación, eventos durante el crimen y eventos posteriores a éste. El oficial también debería explorar contigo, y escuchar atentamente, tus sugerencias sobre pistas a las evidencias y acerca de testigos en el caso. Durante la entrevista, el oficial nunca debería someterte a un interrogatorio, aun cuando pudiera haber contradicciones en tu historia. No debería intentar asustarte para que no reportes o testifiques diciéndote cómo podría atacarte el equipo de defensa del violador. Tampoco debería tratar de aislarte de tu defensora o defensor ni de las personas que te apoyan. Y nunca debería, de ninguna manera, inferir que tú eres culpable de la violación.

Rastrea tu caso criminal. Haz muchas preguntas. Mantén numerosas notas.

Si eres como la mayoría de mujeres, debido a la violación que sufriste probablemente ésta sea la primera vez que tienes alguna experiencia con el sistema de justicia criminal. Es posible que te sientas desinformada, intimidada, impotente y abrumada por las complejidades del proceso. ¿Qué se supone que pasará ahora? ¿Cuándo? ¿Cuáles son los cargos? ¿Qué significan los cargos? ¿Cuándo será arrestado el violador? ¿Cuál es el número del caso? ¿Y el nombre del detective? ¿Cuál es el propósito de la audiencia preliminar? ¿Qué es un arreglo directo negociado? ¡Pregunta! ¡Pregunta! ¡Pregunta! El hacer muchas preguntas no sólo te mantiene informada; también les indica a los oficiales que estás prestando atención. Esto, por sí solo, ayuda a reducir los abusos.

Si una persona no responde tus preguntas satisfactoriamente, pregúntale a alguien más. Recuérdate siempre a ti misma que tienes el derecho a ser respetada, a la justicia y a recibir protección. Recuerda que tus impuestos pagan por servicios apropiados.
Piensa como detective. Ayuda a recabar evidencias.

Trabajar mentalmente en la construcción de tu caso puede ayudarte en múltiples formas. Te ayuda a ponerte en control de la situación y asumir una actitud agresiva hacia el violador. También ayuda a prevenir abusos de los oficiales porque éstos pueden darse cuenta de que estás prestando atención. Y otro gran beneficio: es muy probable que fortalecerás significativamente el caso. Esto es así porque tú, como víctima, estás en el centro de lo que está ocurriendo y conoces mejor las circunstancias.

Hemos recopilado una lista de algunas cosas que a menudo constituyen buenas evidencias en los casos de violación. La lista no está completa, en absoluto, pero debería ayudarte a ti y a tus amistades a empezar a pensar en los tipos de evidencias que podrían ayudar a construir y fortalecer tu propio caso.

Algunos ejemplos de evidencias en casos de violación:

Tus descripciones detalladas sobre las personas, los lugares y los eventos. Los detalles de tus descripciones pueden apoyar tu caso en dos importantes formas. En primer lugar, tus descripciones ayudan a probar que el violador está mintiendo. Por ejemplo, si eres capaz de describir el interior del dormitorio del perpetrador y éste dice que nunca estuviste allí, los detalles que ofrezcas se convertirán en una pieza de evidencia que indica que él está mintiendo. En segundo lugar, los detalles de tus descripciones construyen tu credibilidad. La verdad suena fuerte. Y son esos detalles los que proveen aura y sustancia a tu credibilidad. Muchas veces recordarás importantes detalles después de que has hablado con la policía. Escribe todas estas cosas en tu cuaderno de notas y pásalas al oficial a cargo de tu caso tan pronto como sea posible. La conducta del violador previa a la violación. Los violadores, en su mayoría, planifican la violación. Explorando minuciosamente su conducta previa al crimen, a menudo podrás encontrar detalles que proveerán una buena corroboración de que él estaba planificando la violación. Y aunque raras veces hay un testigo directo de ésta, con frecuencia podrás encontrar testigos de esa planificación previa al crimen. Por ejemplo, podría haber personas que hayan presenciado los esfuerzos del violador para aislarte de otra gente, que hayan observado su abrupto rechazo hacia otras personas, o el hecho de que te bloqueara la salida. Tu conducta posterior a la violación. Muchos de los comportamientos de la víctima posteriores a la violación suelen proveer una buena evidencia que corrobora el crimen. ¿Quiénes fueron las primeras personas con quienes hablaste después de haber sido violada? ¿Cómo actuaste y qué hiciste tras la violación? ¿Cambiaste tu rutina de alguna manera (dejaste de asistir a clases en la escuela, evadiste lugares donde pudiera encontrarse el perpetrador, te quedaste en tu habitación, empezaste a guardar silencio, reemplazaste las cerraduras, estacionaste tu vehículo en un lugar diferente, acudiste a una clínica de salud, intentaste ocultar la violación ofreciendo a otras personas explicaciones inusuales sobre tu conducta, cancelaste compromisos o citas)? ¿Quiénes fueron testigos de estos comportamientos? Otras víctimas. Otras víctimas del mismo violador son una de las fuentes de buenas evidencias de violación y de abuso sexual infantil que más suelen ser pasadas por alto. Aun los detectives eficientes a menudo olvidan buscar a otras víctimas que hayan sido violadas o atacadas por el mismo perpetrador. Los violadores son, en su mayoría, violadores en serie. Probablemente no seas la primera persona que fue violada por este hombre. De hecho, es muy probable que haya víctimas adicionales del mismo perpetrador en tu mismo círculo social. Si eres capaz de localizar a otras víctimas, esto puede ofrecer una evidencia poderosa y muy convincente en tu caso. Si encuentras otras mujeres que fueron violadas o atacadas por el mismo hombre, entrega sus nombres a la policía. No trates de entrevistarlas tú misma. Llamadas de pretexto. Las llamadas de pretexto pueden proveer evidencia clave, y a veces concluyente, en tu caso. Una llamada de pretexto es una llamada telefónica hecha por la víctima al perpetrador, con la policía guiando y grabando la comunicación. Se le conoce como llamada de pretexto pues juntas, la víctima y la policía, inventan anticipadamente un escenario que será la mejor manera de lograr que el violador hable sobre la violación. Por ejemplo, si tu novio te violó, podrías llamarlo y decir algo como esto: “Si vamos a volver a vernos, necesitamos hablar sobre lo que sucedió anoche”. Dado que, en su mayoría, las víctimas de violación conocen al violador y están familiarizadas con su psicología, a menudo se les pueden ocurrir excelentes escenarios para tenderle una trampa al perpetrador y lograr que éste hable sobre la violación. No es raro que un violador sea sentenciado con base en la grabación de la llamada de pretexto hecha por la víctima y la policía. Entonces, asegúrate que el detective a cargo de tu caso utilice esta importante técnica investigativa. Evidencias físicas. Los tipos de evidencias físicas que pueden fundamentar tu versión de los hechos son tan numerosos que nos es imposible cubrirlos todos aquí. Las evidencias físicas van desde tus lastimaduras hasta la prueba de ADN, desde una botella de cerveza abandonada en la escena del crimen hasta una cinta de video en una tienda 7-11, cerraduras rotas, manchas de pasto, fibras de ropa y muchas más. Piensa en las clases de evidencias que podría haber en tu caso; haz una lluvia de ideas con una amiga o amigo. Podría sorprenderte la cantidad de evidencias que se te puede ocurrir. Recuerda que un buen trabajo por parte del detective es casi siempre una cuestión de sentido común. Entonces, pon tu mente a trabajar.

Para mas informacion, vea estas paginas:

Una tipica investigacion policial de un caso de violacion Formulario para evaluar la respuesta de la policia a la violacion y la violencia sexual

Qué hacer cuando sientes que los oficiales del sistema de justicia criminal están manejando inadecuadamente tu caso

Actúa con rapidez. No esperes ni te preocupes de no estar totalmente segura de que tu caso está siendo manejado en forma inadecuada. Confía en tu intuición. Si las cosas no se están haciendo apropiadamente, no querrás que la situación empeore. Por otro lado, si todo va bien y existe una buena explicación para lo que está ocurriendo, necesitas obtener una respuesta para aliviar tu ansiedad y recuperar tu confianza en la investigación. Haz llamadas telefónicas y comparte con otras personas tus preocupaciones. Habla con quienes te apoyan o aboga para conseguir la ayuda que te permitirá elaborar un plan de acción. Luego llama al oficial en cuestión o a su jefe – lo que te parezca más apropiado para la situación. Comunica tu preocupación tan claramente como te sea posible. “El detective no ha devuelto mis llamadas en dos semanas”. “El detective no ha entrevistado a uno de los testigos”. “El fiscal dice que no existen suficientes evidencias para ingresarlas al caso, y yo creo que sí las hay”. Sigue haciendo preguntas. Siempre toma notas durante estas conversaciones telefónicas. De hecho, hazle saber al oficial que estás tomando notas, pidiéndole que hable más despacio pues estás escribiendo. Si las respuestas que obtienes no te satisfacen plenamente, es muy posible que alguien te esté mintiendo. También pudiera ocurrir que la explicación que te dan sea correcta. En esta etapa, muchas víctimas de violación temen seguir llamando a los oficiales pues creen que podrían estar equivocadas y tienen miedo de que el oficial o el detective se enojen con ellas. De acuerdo con nuestra experiencia, un oficial que está haciendo bien las cosas no se enoja con una víctima que trata de obtener respuestas satisfactorias a una pregunta. Si un oficial se molesta contigo por pasar por encima de él y plantear tus preguntas a alguien más, usualmente ocurrirá porque hay algo que él está haciendo mal. Entonces, llama al jefe del oficial, o al jefe del jefe. También puedes pedirle a una defensora de víctimas o a una buena amiga o amigo que haga la llamada en tu nombre. Pero no dejes de intentar obtener respuesta a tus preocupaciones sino hasta que estés totalmente satisfecha con las respuestas. Si la situación no es corregida rápidamente después de que has hecho algunas llamadas, solicita una reunión con el jefe de la unidad investigativa o con la persona que dirige la unidad de la fiscalía. Asegúrate de hacerte acompañar de por lo menos una persona de apoyo. Encuéntrate una media hora antes con las personas de apoyo que te acompañarán a la reunión. Prepáralas respecto a los asuntos que estarás discutiendo durante la cita. Diles cómo te gustaría que te apoyaran. Pídele a una de ellas que tome notas. Registra tu protesta por escrito. A muchas personas se les dificulta escribir su queja. Sin embargo, escribir una carta de protesta es una de las maneras más rápidas y poderosas de obtener una respuesta. Tu carta de queja no tiene que ser extensa o complicada. De hecho, mientras más breve y simple sea, mayor probabilidad tendrá de ser efectiva. Si es posible, consigue que otras personas también la firmen. Igualmente importante es que te asegures de enviarla a más de una persona y escribir una lista de todas las personas que recibirán la carta al final de ésta.

A continuación, un ejemplo de la carta de una mujer que se queja del manejo de su caso por parte del detective a cargo de éste.
Muestra de carta de protesta por el manejo de un caso de violación

La siguiente carta es ficticia.

Estimado jefe de policía Andy Boyd,

Soy la víctima en el caso de violación contra Daniel Jones. Le escribo pues me preocupan algunas cosas que han ocurrido en la investigación del caso.

He llamado al detective Rich y le he dejado mensajes en tu teléfono tres veces en las últimas dos semanas. El detective Rich nunca me ha llamado de vuelta.

Adicionalmente, en mi primer mensaje telefónico hace dos semanas, le di al detective los nombres y números de teléfono de dos testigos que me vieron con la ropa desgarrada después de que fui violada. Cuando hablé ayer con estos testigos, ambos dijeron que el detective aún no los había contactado.

Me siento muy molesta de que el detective no haya devuelto mis llamadas ni entrevistado a importantes testigos en mi caso de violación. El violador me dijo que me haría arrepentirme si yo llamaba a la policía. Pero confié en que la policía trataría seriamente la violación y mi seguridad.

Le solicito que investigue este asunto y me responda inmediatamente. Estoy segura que usted coincidirá conmigo en que esta situación necesita ser corregida ahora sin mayor atraso; asimismo, que usted, como jefe de policía, querrá asegurar que yo esté segura y que todas las mujeres en nuestra comunidad estén protegidas contra violadores como Daniel Jones.

Gracias por su colaboración.

Atentamente,

Anita García Sonia Martín Antonia Morales
Víctima de violación Defensora de víctimas Amiga de Anita

cc: Alcalde Tony Pérez y Concejo Municipal de Santa Rita
Consejo sobre Violencia Doméstica de Santa Rita
Fiscal de Distrito Martha Wilson
Director de la Oficina Estatal de Planificación de la Justicia Criminal
Fiscal General del Estado

justicewomen.com/help_special_rape_sp.html

Más recursos: justicewomen.com/tips_index_spanish.html